La modernización de regadíos ha sido para España la gran apuesta por conseguir una agricultura competitiva, rentable y sobre todo para la mejora de  la eficiencia del uso del agua de riego. Para ello, se han puesto en marcha diferentes planes de ayuda al sector como son:

  • Plan Nacional de Regadíos horizonte 2005.
  • Plan Nacional de Regadíos horizonte 2008.
  • Plan de Choque de Modernización de Regadíos 2006-2008.
  • Estrategia de Modernización Sostenible, horizonte 2015.

Si tenemos en cuenta que a nivel nacional la superficie regada en España ha pasado de 3.367.486 hectáreas en 2002 a 3.605.121 hectáreas en 2014, y sin embargo el consumo de agua ha descendido de 17.681 hectómetros cúbicos en 1999 a 15.833 en 2012, es decir, a pesar del ligero aumento de superficie de riego (7%) el agua de riego consumida ha descendido en un 10%, podemos afirmar que con los datos globales el resultado ha sido positivo.

Los datos económicos también ponen de manifiesto el enorme esfuerzo dedicado a este fin. España ha realizado inversiones por valor de 3.815 millones de euros en modernización de regadíos, teniendo en cuenta tanto la inversión pública como privada realizada por parte de las comunidades de regantes y organizaciones de riego (según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). Si a esta parte agregamos la inversión realizada por los regantes a nivel de parcela la cifra ascendería hasta los 5.000 millones de euros, según la Federación Nacional de Regantes (FENACORE).

Hay que destacar que el sistema de riego que más ha aumentado en los últimos años ha sido el riego por goteo, que ha pasado de las 1.197.465 hectáreas en 2004 a 1.756.138 hectáreas en 2014. También ha aumentado considerablemente la superficie regada por aspersión, en detrimento del riego por superficie.

Unos esfuerzos muy significativos que han perseguido los siguientes objetivos:

  • Mejorar la eficiencia en el uso del agua.
  • Sector agrícola competitivo y rentable.
  • Creación de empleo en el medio rural (además del empleo indirecto)
  • Mejora de la calidad de vida del agricultor.

La apuesta pública por el regadío sigue en pie, y no es de extrañar si pensamos que el regadío en España produce en torno al 65% de la producción agrícola bruta, utilizando para ello menos del 20% de las tierras labradas, lo que da una idea de la productividad media que tiene la agricultura de regadío.

RETOS DE FUTURO DE LA MODERNIZACIÓN

A pesar de que los resultados obtenidos muestran un escenario positivo en favor de la modernización de regadíos, pensar que las actuaciones realizadas han sido perfectas sería una actitud muy ingenua por nuestra parte.

Los procesos de modernización son un conjunto de actuaciones que, más allá de las modificaciones realizadas en la infraestructura hidráulica, suponen una auténtica revolución en la forma de trabajar de las comunidades de regantes, y esto no siempre se ha abordado adecuadamente. En este sentido, los proyectos de modernización tradicionalmente han carecido de estudiar a fondo aspectos que condicionarán en gran medida el futuro de estas organizaciones una vez modernizadas.

Teniendo en cuenta la experiencia adquirida en todos estos años en los que se han llevado a cabo importantes inversiones en modernización de regadíos, tendremos que tomar nota para el futuro y plantear los próximos proyectos con una visión mucho más amplia que la de transformar una infraestructura hidráulica.

Este cambio de paradigma supone que las futuras inversiones en modernización de regadíos deberán contemplar al menos los siguientes aspectos:

Eficiencia Energía

El consumo energético es uno de los grandes asuntos pendientes en los proyectos de modernización de regadíos. Corominas (2009) indicó que en España mientras el consumo de agua por hectárea se ha reducido de 8.250 m3 ha-1 a 6.500 m3 ha-1 (21%) entre 1950 y 2007, la demanda de energía ha aumentado de 206 kWh ha-1 a 1.560 kWh ha-1 (657%).

Evolución del uso de agua y energía en el regadío (1950 a 2007) Fuente: Tesis “EFICIENCIA ENERGÉTICA Y MANTENIMIENTO DE GRUPOS SUMERGIDOS DE POZO PROFUNDO EN COMUNIDADES DE REGANTES del Dr. M. Mora elaborada a partir de los datos de Corominas 2010)

Las repercusiones energéticas derivadas de la modernización de regadíos es algo que debe estar muy presente tanto en la fase de diseño de la instalación como en la fase de explotación.

Fase de diseño

A pesar del cambio tan importante, desde el punto de vista energético, que supone para las comunidades de regantes la modernización de su infraestructura, en los proyectos de modernización se echa en falta abordar el diseño a partir de un estudio de alternativas en el que los indicadores energéticos tengan el peso necesario, estimando el consumo energético previsto para cada alternativa estudiada en el proyecto, y por tanto, los costes energéticos derivados de cada de ellas.

Es necesario conocer, a nivel de proyecto, qué implicaciones energéticas (y por tanto económicas) tendrán aspectos tan relevantes como son:

  • Ubicación de las balsas de regulación, captaciones, bombeos, etc.
  • Sectorización de la red de riego
  • Elección entre turnos de riego o riego a demanda.
  • Número de bombas instaladas para disponer del escalonamiento adecuado que nos permita adaptarnos a los diferentes escenarios de demandas de caudal que experimentará la red a lo largo de la campaña de riego.

En definitiva se echa en falta en los proyectos de modernización de regadíos la incorporación del criterio de eficiencia energética en el estudio de alternativas y la inclusión de un anejo de eficiencia energética en el que se detalle qué medidas se han adoptado en esta línea, qué repercusiones reales tendrán sobre el consumo energético, obteniendo los indicadores energéticos para cada escenario que servirán de ayuda para elegir la alternativa más adecuada y conocer qué coste económico tendrá el agua servida.

Además, se debería dotar a la infraestructura de riego de la instrumentación necesaria para poder verificar el cumplimiento de los indicadores estimados en el proyecto una vez nos enfrentamos a las demandas de riego reales.

Fase de explotación

Hay que ser conscientes de que una vez ejecutada la obra, el manejo que se realiza de la instalación afecta de forma muy significativa en el consumo energético de la instalación de riego. Aunque en el proyecto se lleven a cabo minuciosos estudios sobre los diferentes escenarios de trabajo, la realidad difiere en mayor o menor grado de lo estimado en el proyecto. Hay que tener presente que deberá trabajar cubriendo las necesidades reales de la forma más eficiente posible.

A pesar de que todas las críticas que se han realizado sobre la situación del regadío frente al escenario energético actual, la mayor parte de ellas se centran en denunciar los precios de la electricidad (por haber eliminado las tarifas especiales para el regadío en 2008) o por la falta de flexibilidad para variar la potencia contratada, con el consiguiente gasto económico, pero se habla muy poco de cómo afecta el manejo de la instalación en el coste energético final.

Por nuestra experiencia en la realización de auditorías energéticas en comunidades de regantes, y así lo demuestran numerosas publicaciones, existe un potencial de ahorro medio de energía referido al manejo de la instalación que se sitúa entorno al 20% del consumo total de la instalación. De estos trabajos además se ha encontrado un potencial de ahorro económico en la factura eléctrica superior al 25%, si tenemos en cuenta algunas actuaciones que, aunque no suponen ahorro energético, sí que producen ahorros económicos, como son mejoras que repercuten en una contratación más ventajosa o por ajustes en la potencia contratada.

En mi opinión, una parte importante de la solución pasa por la implantación de una estrategia de ahorro y eficiencia energética que ha de contemplar las siguientes fases:

  • Realización de Auditoría Energética.
  • Ejecución y puesta en marcha de medidas de ahorro energético.
  • Verificación del ahorro realmente conseguido a partir de indicadores de funcionamiento horizontales al proceso de distribución del agua de riego como puede ser el ahorro en kWh/m³.
  • Implementación de un plan de monitorización y seguimiento del uso de la energía.
  • Implementación de un plan de mantenimiento preventivo de equipos, apoyado por la monitorización energética.

Como he comentado anteriormente, lo ideal es que en la fase de proyecto se haya dotado a la infraestructura de la instrumentación necesaria para la monitorización, pero esto no es muy habitual.

Gestión

Si lugar a dudas, la gestión es la gran olvidada en todo el proceso de modernización de una comunidad de regantes. Es probable que se hayan realizado todos los esfuerzos posibles en utilizar los mejores equipos de bombeo, fertirrigación, telecontrol, tuberías, valvulería, etc, pero la gestión es algo que pasa sutilmente inadvertida por el proyecto.

Suele darse el caso de que durante la fase de redacción del proyecto no se ha sido consciente del cambio que supone para una organización de riego o comunidad de regantes llevar a cabo la modernización de sus infraestructuras, por lo que no se les ha dotado de las herramientas y los procedimientos adecuados para asegurar los objetivos de la modernización de regadíos.

No es de extrañar que la gestión haya sido la gran olvidada en los proyectos de modernización si tenemos en cuentea que:

  • Es un concepto intangible, difícil de medir y de valorar en la fase de proyecto.
  • Los ingenieros proyectistas suelen ser grandes conocedores de hidráulica y obra civil, pero no tanto del funcionamiento de una comunidad de regantes ni de sus procesos de gestión.
  • Complicada estandarización. Cada comunidad de regantes tiene unas particularidades muy específicas que hacen muy complicada la generalización de los procedimientos más eficientes para la gestión de la organización.
  • La gestión es el alma de la comunidad de regantes, lo que hace que en ocasiones sea difícilmente accesible.

Sin duda, uno de los grandes retos en los próximos proyectos de modernización será dotar a estas comunidades de regantes de las herramientas y procedimientos necesarios gestión eficiente de los recursos bajo una visión integral de todos los inputs que gestionan:

  • Agua
  • Energía
  • Territorio
  • Infraestructura
  • Personal propio y comuneros
  • Economía

Gestión del Mantenimiento

En cualquier proceso de modernización las comunidades de regantes pasan a gestionar una infraestructura más compleja y sensible a sufrir averías, lo que, en ocasiones, puede poner en jaque a la organización por no poder garantizar el suministro.

La cantidad de elementos electromecánicos, de control, medida y maniobra que pasan a gestionar los operarios y técnicos de la organización no se pueden asimilar a lo que estaban acostumbrados a gestionar. Esto hace que disponer de un Plan Preventivo de Mantenimiento sea un aspecto clave para garantizar el éxito de nuestra gestión y que la mayoría de comunidad de regantes modernizadas no tienen.

Algunas de las ventajas de disponer de un Plan Preventivo del Mantenimiento son las siguientes:

  • Garantía en el suministro hídrico.
  • Disminución de los costes extraordinarios.
  • Disminución de costes de bombeo.
  • Opción de negociación con proveedores por realizar compras de urgencia.
  • Paradas para mantenimiento programadas.

En este sentido, los futuros proyectos de modernización, deberían tener muy en cuenta este aspecto para dotar a las comunidades de regantes de las herramientas que hagan posible llevar a cabo la planificación, registro y documentación de todas las tareas de mantenimiento y, llegado el momento, las tareas de reparación.

Formación

La formación del personal de la comunidad de regantes es algo primordial y decisivo para garantizar los objetivos de estas fuertes inversiones realizadas en el sector del regadío. Está claro que la modernización de regadíos es algo más que cambiar las acequias por tuberías, y en ese aspecto, los gestores de la organización se encuentran ante una nueva situación que no siempre se tiene claro cómo abordar.

Además, hay que añadir la dificultad añadida, de que, en la mayor parte de los casos, la infraestructura antigua deberá convivir con la nueva durante el periodo de tiempo necesario hasta que la modernización esté plenamente operativa para todos los regantes.

Por tanto, será necesario, o al menos muy aconsejable para conseguir el máximo aprovechamiento de la modernización de regadíos, invertir en la formación de los diferentes agentes implicados en este proceso.

  • Gestores de la organización.
  • Personal administrativo.
  • Personal de campo.
  • Comuneros

Mejora de la eficiencia de riego

Este objetivo ha sido, es y será uno de los principales y sin él todo este proceso modernización de regadíos no tendría sentido.

A pesar de que con la sustitución de las acequias por tuberías se ha conseguido una mejora importante en la eficiencia de la distribución, y que el riego por goteo y aspersión suponen una mejora importante en la eficiencia del riego en parcela, aún hay potencial de mejora en este sentido.

La mejora de las técnicas de riego utilizadas sigue siendo una de las líneas de investigación más importantes en el sector del regadío. Ejemplo de ello son los estudios relacionados con el riego por goteo subterráneo o la aplicación de riego deficitario controlado que según algunas experiencias pueden suponer ahorros de agua y fertilizantes muy significativos.

Por otro lado, el tapado de balsas de riego para evitar la evaporación del agua almacenada, es otra línea de actuación muy importante que en zonas con un elevado número de balsas de riego, como es el levante español, puede ser muy interesante.

Aplicación de nuevas tecnologías

El mundo tecnológico está en continua evolución y es sin duda un gran aliado para el sector del regadío. A medida que pasan los años la tecnología dispone de más y mejores herramientas que pueden ayudar a conseguir mejoras importantes en aspectos como:

  • Gestión del agua y la energía.
  • Mejora de la gestión proporcionando un mejor acceso a la información en cualquier formato de forma fácil y sencilla.
  • Mejor servicios a los comuneros.
  • Mayor transparencia de la gestión de la comunidad de regantes, mejorando por tanto la imagen pública de la organización.

En definitiva, podemos decir que en materia de modernización de regadíos se ha realizado un gran trabajo hasta el momento, que sin duda ha supuesto un importante paso para el sector agrícola español consiguiendo un sector competitivo, de referencia y altamente eficiente en el uso del agua. No obstante, queda aún camino por recorrer y potencial de mejora en aquellos sitios en los que ya se ha actuado. Por tanto, es hora de dejar de vanagloriarnos de los logros conseguidos hasta ahora y continuar trabajando para seguir mejorando un tan importante como es el sector del regadío.

Categorías: Regadío

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